19 de noviembre de 2021

Cuando intereses de los hombres no son los de Dios

Lc 19, 45-48


45 Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendía, 46 diciéndoles: ‘Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!’ 47 Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, 48 pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios”

COMENTARIO

Si hay un texto bíblico en el que pueda comprobarse que muchas veces no concuerdan los intereses de Dios con los de los hombres es éste. Y es que, como podemos ver, hay Quien tiene por mala cosa lo que hacen algunos en el Templo de Jerusalén negociando con los asuntos de la fe y con el dinero de otros.

Ciertamente el Hijo de Dios tenía razón al ver que aquello era poco casa de oración sino, en todo caso, lugar para el negocio y el engaño. Y que los echara de allí era de esperar que pasara. Y pasó…

También es verdad que aquí se aprecia a la perfección que los que querían matarlo eran, entre otros, los que se aprovechaban de aquel negocio, digamos, espiritual.



JESÚS, gracias por hacer las cosas como deben ser hechas.



Eleuterio Fernández Guzmán

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