Lc 9,7-9
“En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de
todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había
resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros,
que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo:’ Juan, le
decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?’. Y buscaba
verle”.
COMENTARIO
Es muy normal que el
mundo se sorprenda de aquello que no entiende o que no quiere entender. El caso
del mundano Herodes muestra lo que eso significa. No se entera de nada porque
no cree, no tiene fe. Por eso mandó decapitar a Juan el Bautista.
Lo cierto es que hay gran
desconcierto. Cuando la gente escucha a Jesús predicar no sabe, a ciencia
cierta, quién es. Por eso el Hijo de Dios pregunta muchas veces, a sus
apóstoles, que quién cree la gente que es.
Herodes, sin embargo,
podía no estar perdido para siempre. Cuando sabe de Jesús quiere verle.
Seguramente lo decía por curiosidad, por conocer de quien tanto bueno se decía.
Podía, entonces, haberse convertido al conocer a Jesús de no haber sido por las
circunstancias de aquel conocimiento…
JESÚS, los que no te conocen no pueden
conocer a Dios. Por eso el mundo está tan perdido y alejado del Padre. Ayúdanos
a tenerte siempre presente.
Eleuterio Fernández
Guzmán
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