2 de julio de 2017

Seguir a Cristo supone esto



Mt 10, 37-42

“El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a  mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. ‘Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. ‘Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá.  ‘Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.’”

COMENTARIO

Dejarlo todo por Cristo 

El Hijo de Dios lo dice con una claridad que no puede llevar a engaño a nadie. Para seguirlo a Él ha que dejarlo todo pero entendiendo lo que eso quiere decir. 

Tomar nuestra propia cruz

Para seguir a Jesucristo debemos cargar con nuestra cruz o, incluso, con nuestras cruces. Y es que el Hijo de Dios quiere que hagamos como hizo Él camino del Calvario.

Tener en cuenta a los enviados de Dios

Hay recompensa por servir no sólo a Dios sino a los enviados de Dios. Y es que lo mismo que, en muchas ocasiones, Jesucristo dijo que tener en cuenta que lo que decía él era lo mismo que tenerlo en cuenta dijo por Dios. Lo mismo pasa al respecto de sus enviados. 


JESÚS, ayúdanos a seguirte. 

Eleuterio Fernández Guzmán

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