21 de febrero de 2023

Ser servidor para ser el primero

Mc 9, 30-37


"30 Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, 31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: 'El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.' 32 Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.

33 Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: '¿De qué discutíais por el camino?' 34 Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. 35 Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: 'Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.' 36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: 37 'El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.''"

COMENTARIO

Tampoco nos debería extrañar tanto que los discípulos más allegados del Hijo de Dios quisieran saber quién era el primero entre ellos. Y es que, humanamente, podemos entender tal pretensión

Sin embargo, Jesucristo sabía que eso no era, precisamente, lo más importante porque lo más importante era ser, en el mundo, el último para ser uno de los primeros en el Cielo.

Esto, así dicho, puede parecer algo muy difícil de conseguir. Sin embargo, con el ejemplo del niño que se acerca explica muy bien el sentido de esto: el niño tiene confianza plena y no está manchado más que por el pecado original. Y así quiere Cristo que seamos, además de servidores del prójimo. 

JESÚS, 

Eleuterio Fernández Guzmán

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