Mc 3, 20-21
“20 Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. 21 Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: ‘Está fuera de sí’”.
COMENTARIO
No podemos negar que este texto del Evangelio de San Marcos es verdaderamente extraño por lo que dice y por lo que podemos suponer que eso significa. Y es que no poco que diga lo que diga.
Por una parte, no es nada extraño que muchos de sus vecinos, al saber que había ido a casa Jesús quisieran verlo. Y es que les habría llegado al oído lo que decía y hacía y, por tanto, era de esperar que quisieran verlo.
Lo otro es lo verdaderamente extraño. Y es que nos dice Marcos que Jesús estaba “fuera de sí”. Y, como no podemos pensar ni creer que hubiera perdido la cabeza quien era Dios hecho hombre, es posible que se tratara de una situación en la que Cristo estuviera en trance espiritual o algo así. Es, de todas formas, un verdadero misterio todo esto.
JESÚS, ¿alguna vez comprenderemos esto?
Eleuterio Fernández Guzmán
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