Mc 7, 7-12
"7 Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. 8 Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón. 9 Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío. 10 Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. 11 Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: ‘Tú eres el Hijo de Dios’. 12 Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer."
COMENTARIO
En realidad, lo que hace el Hijo de Dios, una vez empieza a llevar a cabo sus milagros (en Caná, en la boda) no es más que cumplir con la misión que le había sido encomendada por su Padre del Cielo: salvar a todo aquel que necesita ser salvado.
Era de esperar que muchas personas fueran tras Jesucristo pues, como nos dice el texto bíblico, se habían enterado de lo que hacía y eso les llamaba mucho la atención pues conocían que las Sagradas Escrituras judías decían que cuando llegase el Mesías los ciegos iban a ver y los cojos a andar…
También es verdad que los demonios conocían al Hijo de Dios. Y por eso los dominaba a la perfección y los echaba de allí donde podía encontrarlos. Sin embargo, les prohibía que nada dijeran.
JESÚS, gracias por cumplir siempre con la Voluntad de Dios.
Eleuterio Fernández Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario