28 de noviembre de 2021

Lo que ha de suceder… sucederá


Lc 21, 25-28. 34-36


“25 ‘Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrar ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.”

34 Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. 36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”



COMENTARIO


En cuanto puede y la ocasión lo permite, el Hijo de Dios habla de una forma que da bastante miedo y nos pone sobre la pista de qué es lo que va a pasar. Y es que, en realidad, sabe lo que va a pasar y a suceder y todo a su tiempo… en fin… que puede aleccionarnos acerca de eso. Y lo hace de una forma bastante clara que no puede llevar a engaño a nadie y nadie puede decir que no sea capaz de entender que las cosas son como van a ser y serán, exactamente, así.


También nos pide que estemos preparados. Y es que cuando eso suceda y, aún, sin saber cuando será, no podemos estar como si nuestro corazón no nos importara lo más mínimo y Cristo lo encuentre sucio y maltrecho.



JESÚS, gracias, de nuevo, por tus avisos.



Eleuterio Fernández Guzmán

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