Jn 14, 15-21
“’15 Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; 16 y
yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para
siempre, 17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque
no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros. 18
No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
19 Dentro de poco el mundo ya no me verá,
pero vosotros si me veréis, porque yo vivo y también vosotros
viviréis. 20 Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí
y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que
me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré
a él.’”
COMENTARIO
Guardar
los Mandamientos de Dios ha de querer decir algo más que, simplemente,
conocerlos y ya está. Y tal es así que, de hacer otra cosa, no alcanzaremos
como facilidad el definitivo Reino de Dios.
Lo
que nos dice el Hijo de Dios es que, aunque se fue a la Casa del Padre cuando
debía irse, nunca nos abandonará porque estará con nosotros, al menos a través
de Su Espíritu Santo.
Ciertamente,
guardar la Palabra de Dios supone, primero, aceptarla y, luego, tenerla por
algo verdadero y que nos va a salvar, ya, para siempre, siempre, siempre.
JESÚS, gracias por tan verdadero en tu Palabra.
Eleuterio Fernández Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario