Jn 16, 12-15
"Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os explicará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo explicará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo explicará a vosotros."
COMENTARIO
Podemos imaginar el estupor de aquellos que escuchaban al Hijo de Dios cuando les decía que era bueno que muriera porque iba a enviar al Espíritu Santo. Y es que no era para poco la cosa sino para mucho y muy mucho. Sin embargo, Jesucristo sabía más que bien lo que decía y no hablaba para tranquilizar a los que le escuchaban. No. Cuando estuviera junto a Dios Todopoderoso enviaría al Espíritu de Dios.
La misión que debía cumplir el Espíritu Santo-Dios era bien sencilla: estar al lado de los hijos de Dios. Y, para eso, con ser Dios mismo hecho Espíritu, no hablaría según tuviera a bien, por su cuenta nos dice Cristo, sino que lo haría siendo Dios y, por lo tanto, debía ser escuchado.
El Espíritu Santo-Dios recibiría de Dios porque, siendo Dios, otra cosa no podía esperarse. Y eso fue lo que hizo… y hace.
JESÚS, gracias por cumplir con tu Palabra.
Eleuterio Fernández Guzmán
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