12 de diciembre de 2018

Mansedumbre y humildad



Mt 11, 28-30
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: ‘Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera’”.

COMENTARIO

Dios nos quiere a todos

Jesús quiere acercar a todos a  Dios, su Padre y el nuestro. Busca a los que están cansados porque no tienen muchas expectativas de vida, a los pobres que se sienten desamparados y a todos los que, de una manera o de otra, sufren.

Mansedumbre

Jesús, como Maestro, enseña todo lo que es bueno y benéfico para nuestra existencia. Enseña, por ejemplo, a ser manso. Dice que seamos mansos como Él lo es. Y quiere que llevemos su carga como Él lleva la nuestra y que seamos, así, compañeros en el camino hacia el definitivo Reino de Dios.


Humildad

El Hijo de Dios reconocer que ser humilde no es sólo algo así como una actitud que se puede mostrar (que también) sino que es esencial y fundamental para que Dios nos contemple con Amor y Misericordia.




JESÚS, ayúdanos a ser mansos y humildes como lo eres Tú.




Eleuterio Fernández Guzmán


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