Viernes IV de Pascua
Jn 14,1-6
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: ‘No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque
voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar,
volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y
adonde yo voy sabéis el camino’. Le dice Tomás: ‘Señor, no sabemos a dónde vas,
¿cómo podemos saber el camino?’. Le dice Jesús: ’Yo soy el Camino, la Verdad y
la Vida. Nadie va al Padre sino por mí’”.
COMENTARIO
Dice Jesús,
seguramente, lo más importante porque nos lleva a Dios.
Cristo es Camino
Es camino
porque, a través de Él, Hijo de Dios, llegamos al Padre que nos espera. Es,
pues, ejemplo de lo que hay que hacer y decir.
Cristo es Verdad
Es Verdad
porque es la Palabra hecha carne. Por eso, conociendo la Palabra conocemos al
Padre y llegamos al Señor.
Cristo es Vida
Es Vida
porque el Hijo de Dios es la Vida Eterna. Con Él, aceptándolo y teniéndolo como
Vida misma, aceptamos en nuestra vida la necesidad de salvación que, por
cierto, Él nos ofrece con su propia Vida.
JESÚS, todo lo que nos dices
tiene el sentido pleno de querer que nos salvemos. Ayúdanos a seguirte como
Camino, a aceptarte como Verdad y a tenerte como Vida.
Eleuterio
Fernández Guzmán
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