6 de agosto de 2013

Hay que escuchar a Cristo porque lo dice Dios






Mt 17,1-9

En aquel tiempo, Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: ‘Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías’. 

Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: ‘Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle’. Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: ‘Levantaos, no tengáis miedo’. Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: ‘No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos’.

COMENTARIO

Parece que, por las razones que fueran, Jesús tenía cierta preferencia por aquellos discípulos que se lleva al monte cuando va a producirse su transfiguración. Debía querer que fueren ellos los que dieran testimonio, cuando eso fuera oportuno, de lo que habían visto.

Aquellos tres reaccionan como hombres. Quieren quedarse allí porque están muy bien. Sin embargo, parece que no han comprendido del todo lo que ha pasado ante sus ojos. Y, además, escuchan la voz de Dios que debió ser, para ellos, el colmo.

Dios dice algo que es muy importante. Dice que Jesús es su Hijo y que lo ama. Pero, además, dice que hay que escucharlo pues, entendemos, lo que tenía que decir lo diría de parte del mismísimo Creador. Y ellos, claro, tuvieron miedo por todo lo que eso significaba.


JESÚS, cuando te transfiguras estás cumpliendo parte de tu misión. Nosotros, sin embargo, pudiera parecer que tampoco acabamos de comprender lo que eso supuso para la humanidad.





Eleuterio Fernández Guzmán


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