Jn 12,24-26
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘En
verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que
odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me
sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno
me sirve, el Padre le honrará’”.
COMENTARIO
Jesús promete mucha verdad a quien le
siga. Pero quien le siga sabe, lo dice muchas veces, que el camino no es fácil
porque hay muchos que quieren mal a los hijos de Dios que se reconocen hermanos
de Jesús.
Dejarlo todo en bien del prójimo es lo
que siempre recomienda el Hijo de Dios. Morir a la vida anterior para tener una
nueva donde el corazón sea de carne y no de piedra. Dejar de amar la propia
vida en este mundo porque su mundanidad lo atrae en exceso.
Donde Jesús está, en los pobres, en los
más necesitados… allí han de estar sus discípulos, aquellos que han decidido
seguirle. Además, esto tiene gran premio porque el Padre, Dios Todopoderoso, ha
de tener muy en cuenta a quienes esto hagan.
JESÚS, como eres Dios mismo hecho hombre sabes lo que, en realidad,
nos conviene. Por eso, como te conocemos, es paradójico que no siempre te
sigamos; es más, que pocas veces lo hagamos.
Eleuterio Fernández Guzmán
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