8 de junio de 2022

La Ley de Dios

Mt 5, 17-19



Jesús dijo a sus discípulos:

‘No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.’”


COMENTARIO

Había muchos en el tiempo del Hijo de Dios que creían que el Mesías iba a ser un enviado de Dios, sí, pero con ansia de venganza contra quien oprimía al pueblo escogido por el Todopoderoso.

Jesucristo sabía perfectamente para qué había sido enviado por la Primera Persona de la Santísima Trinidad y no iba a hacer nada distinto de eso: que se cumpla, de verdad, la ley de Dios. Nada más y nada menos que eso.

Sin embargo, como suele ser habitual, había que no hacía lo que debía a tal respecto. Y Cristo se encarga de poner sobre la mesa lo que entonces va a pasar: ser considerados pequeños en el Cielo; lo contrario, claro, tiene consecuencias contrarias.



JESÚS, gracias por ponernos sobre el camino hacia el Cielo.



Eleuterio Fernández Guzmán

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