3 de enero de 2022

Cumplir con la Ley


Lc 2, 21-24

 

Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción. Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. 

 

COMENTARIO

 

Como se ve en otras ocasiones, la Sagrada Familia era muy reacia a no cumplir la Ley y con todo lo que la misma decía. Y es que ellos, teniendo un Niño como el que tenían debían ser ejemplo de todos aquellos a los que llegara conocimiento de su existencia.

 

El nombre del Niño, Jesús, le había sido indicado de parte de Dios a María aquel día en el que se presentó en su casa el Ángel del Señor a hacerle aquella propuesta irrechazable de si querías ser Madre del Creador.

 

De todas formas, la realidad “humana” se manifiesta en el mismo ser de aquella Familia que, sí, era Sagrada, pero en lo tocante a las cosas del mundo apenas tenían, al presentar a Jesús en el Templo, para poder sacrificar dos tórtolas o pichones de paloma.

 

JESÚS,  gracias por haber permanecido fiel a tu padre y tu Madre.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario