15 de diciembre de 2021

No sentirse escandalizado

Lc 7, 19-23


"Juan el Bautista, llamando a dos de sus discípulos, los envió a decir al Señor: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'

Cuando se presentaron ante Jesús, le dijeron: 'Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'.

En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. Entonces respondió a los enviados:

'Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!'"

COMENTARIO

Ciertamente, aquellos que escuchaban a Juan el Bautista lo tenían por un hombre santo aunque ya se encargaba él de decir que no era el Mesías sino que Otro vendría a bautizar con fuego y Espíritu Santo. Por eso envía a sus discípulos a preguntar a su primo Jesús si era el Enviado de Dios pues era importante que eso se supiera.

Lo que hace el Hijo de Dios, para mostrar y demostrar que sí lo es, sencillamente, hacer lo que siempre hacía: curar las dolencias del pueblo y, sobre todo, transmitir que eso era lo que estaba escrito en las Sagradas Escrituras judías.

Sencillamente, Jesucristo mostraba las señales que, en efecto, determinaban que era el Mesías. Por eso dice que son dichosos aquellos que no se escandalizan de lo que ven que hace pues es muestra de que creen y tienen fe.



JESÚS, gracias por hacer lo que debías hacer a pesar de muchos.



Eleuterio Fernández Guzmán

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