Sábado Santo,
esperan con escasa esperanza;
María, Madre, la única que sabe
que su hijo no se ha ido
para siempre.
Sábado Santo,
tiempo de orar a Dios,
de pedir al Padre
por el bien de sus hijos.
Sábado Santo,
luz entre tinieblas
que esperan y anhelan.
Sábado Santo,
el Mal se sabe vencido,
Dios ha ganado,
el Hijo reposa
y a los Infiernos ha bajado.
Sábado Santo,
las puertas cerradas
y el corazón abierto.
Sábado Santo,
miran los hombres
su porvenir salvado
o en camino de estarlo.
Sábado Santo,
Cristo espera,
nosotros esperamos.
Eleuterio Fernández Guzmán
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