Mc 3, 20-21
“En aquel tiempo, Jesús volvió a casa y se
aglomeró otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus
parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues decían: ‘Está fuera de sí’.
COMENTARIO
De vez en cuando Jesús
volvía al lugar donde había vivido muchos años. Allí todos le conocían como el
hijo del carpintero. Seguramente acudía para hacer lo mismo que hacía en todos
los lugares: salvar a quien debían ser salvado y anunciar la Buena Noticia.
También es más que seguro
que su Madre sabía que allí había llegado porque, no lo dudamos, iría a
visitarla antes que a nadie. También al resto de su familia que, por ser judía,
la imaginamos compuesta por muchas personas, por muchos parientes.
El texto de este
evangelio nos dicen que fueron a buscarlo allí donde se encontraba porque
estaba fuera de sí. Seguramente se nos quiere decir que estaba predicando y lo
hacía con tal intensidad que no parecía Jesús, aquel que había crecido en Nazaret.
Y es que Dios hecho hombre parecería Quien era.
JESÚS, ayúdanos a escuchar lo que tengas que
decirnos.
Eleuterio Fernández
Guzmán
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