Jn 3, 16-18
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo
único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque
Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El
que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no
ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.”
COMENTARIO
Lo que hace Dios, Padre
Todopoderoso, por su descendencia humana no es cualquiera cosa. Queremos decir que,
viendo la situación en la que se encontraba el hombre, semejanza suya, envía a
su Hijo al mundo para que el mundo se salve.
Lo que el mundo va a ganar
con la llegada de Jesucristo es, nada más y nada menos, que la salvación
eterna. Es decir, el fin fundamental de la vida del Hijo de Dios es procurar la
vida eterna para sus hermanos los hombres.
Sin embargo, no es que tal
vida eterna se consiga de forma automática para todo hombre. No. Se ha de
cumplir una condición: se ha de creer en el Mesías. De otra forma, no es
posible la salvación eterna a salvo, claro está, de la misericordia de Dios.
JESÚS,
ayúdanos
a creer siempre en Ti
Eleuterio Fernández Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario