Mt 7, 1-15
“No juzguéis, para
que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y
con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay
en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te
saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y
entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano. ‘No deis a los perros lo que es santo, ni
echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus
patas, y después, volviéndose, os despedacen.
‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al
hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra?
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se
las pidan! ‘Por tanto, todo cuanto
queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque
ésta es la Ley y los Profetas. ‘Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es
la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que
entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva
a la Vida!; y poco son los que lo encuentran.
‘Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de
ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.’”
COMENTARIO
Este texto del Evangelio de
San Mateo es muy rico. En él Cristo nos dice cosas demasiado importantes como
pasarlas por alto:
1.
No debemos juzgar como los hombres juzgan.
2.
Se nos medirá con la misma medida que
nosotros midamos.
3.
¡Cuidado con nuestros propios defectos!
4.
Debemos tener en cuenta a qué personas
transmitimos la Palabra de Dios.
5.
Hay que acudir al Padre, llamar a la puerta
de su corazón.
6.
En realidad, como sabemos, somos malos.
7.
Nos conviene hacer como queramos que los
demás hagan con nosotros.
8.
Debemos escoger la puerta estrecha que entra
en el definitivo Reino de Dios.
9.
Es difícil el camino que lleva al Padre.
10.
Es muy importante que sepamos quiénes son
aquellos que se dicen profetas pero no son, sin, lobos rapaces.
No podemos decir que Jesús
no se dirija a nosotros con palabras sabias y santas. Y es Dios, que quiere lo
mejor para nosotros, no puede querer nada mejor para nosotros, sus hijos.
JESÚS,
Eleuterio Fernández Guzmán
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