Jueves XII
del tiempo ordinario
Mt 7,21-29
“En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: ‘No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el
Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos
me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les
declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’.
‘Así pues, todo el que
oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente
que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó,
porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no
las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre
arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos,
irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina’.
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.”
COMENTARIO
Debemos reconocer que el
final de este texto es verdaderamente genial Y dice mucho acerca de la
enseñanza de Jesús y de su santa doctrina. Y es que muchos reconocían que Jesús
enseñaba con verdadera autoridad y no como la que decían tener los que, se
suponía, debían enseñarles.
El centro de la enseñanza de
hoy tiene que ver con la fe que se dice tener y la, en verdad, se tiene. Y es
que muchos, al parecer, creían que con dirigirse a Dios alabándolo o cosas por
el estilo era suficiente como para cumplir con la voluntad de Dios.
Jesús sabía, sin embargo,
que no valía un tipo así de comportamiento. Y es que era necesario algo más que
decir que se tenía fe y que se era su discípulo. Hacía falta poner por obra
aquello que se había escuchado. Y ahí, casi seguro, muchos fallaban.
Exactamente como pasa ahora mismo, entre nosotros.
JESÚS,
ayúdanos a ser coherentes con nuestra fe.
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