13 de junio de 2016

El avance de la Ley de Dios

 Lunes XI del tiempo ordinario

Mt 5,38-42

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda’”.

COMENTARIO

Muchos siglos antes de que Jesús viniese al mundo se estableció el principio según el cual se aplicaba el ojo por ojo y el diente por diente para evitar lo que, hasta entonces, era una reacción desproporcionada porque ante un delito se podía responder con la fuerza que se quisiera. Era, pues, aquello, un avance.

Jesús, sin embargo, contemplando aquello, da un paso más en la corrección de la conducta humana. En realidad, Dios no podía querer que se respondiese, ante la agresión, con otra aunque la misma pudiera ser, como se dice, de la misma especie y calidad.

El Hijo de dios nos habla, en este texto, de lo que supone el amor yal compresión ante el prójimo. Y es que no hay que responder al mal con otro mal aunque sea igual sino, al contrario, con amor. Y así difundir la voluntad de Dios que se funda en amor. 


JESÚS,  ayúdanos a comprender tu santa voluntad.


Eleuterio Fernández Guzmán

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