22 de mayo de 2016

Las promesas de Dios siempre las cumple el Todopoderoso.


Jn 16, 12-15

“Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga,  y os anunciará lo que ha de venir.  El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío  y os lo anunciará a vosotros.”

COMENTARIO

Era una gran verdad que aquellos que Jesús había escogido para ser sus apóstoles, aquellos que transmitiesen la Palabra de Dios al mundo y fuesen testigos de su vida y obra, no estaban preparados intelectualmente. Muchos serían analfabetos y había cosas que no acababan de comprender.

Jesús tiene, también para eso, remedio. Ha de enviar al Espíritu Santo para que guíe al pueblo escogido, nuevo pueblo mediante la nueva alianza de Cristo con el Padre. Será el Paráclito Quien nos anunciaría aquello que debía tener importancia.

Pero Jesús anuncia algo muy importante y que determinaba que era Dios mismo hecho hombre: todo lo que tiene Dios es suyo. Por eso era tan importante confesar que, en efecto, era el Hijo de Dios.


JESÚS,  ayúdanos a esperarte.


Eleuterio Fernández Guzmán

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