26 de septiembre de 2024

Una insana curiosidad

Lc 9, 7-9


"El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: 'Es Juan, que ha resucitado'. Otros decían: “Es Elías, que se ha aparecido”, y otros: 'Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado'.

Pero Herodes decía: 'A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿Quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?' Y trataba de verlo."

COMENTARIO 

Aquel hombre, Herodes, era un malvado y lo había demostrado con la ilegítima muerte de Juan el Bautista. Toda herrumbre espiritual abundaba en su corazón y no debía ser persona digna de ser tenida en cuenta para nada bueno. Y eso lo demostró muchas veces como, precisamente, ahora mismo. 

Herodes había oído hablar del Hijo de Dios. Y eso le hacía pensar que quería conocerlo. Sin embargo, no lo quería conocer porque pudiera decirle algo que a él le pudiese gustar porque ya había encarcelado y asesinado al primo de Jesucristo, Juan el Bautista, por no decir cosas que a Herodes gustasen. Era sólo su ansia de poder y de creer que todo lo podía hacer. 

JESÚS, gracias por no haber respondido nada a Herodes cuando llegó el momento de callar ante semejante individuo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

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