3 de septiembre de 2024

La fama de Cristo

Lc 4, 31-37


"Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.
En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: '¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios'.

Pero Jesús lo increpó, diciendo: 'Cállate y sal de este hombre'. El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: '¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!”

Y su fama se extendía por todas partes en aquella región.'

COMENTARIO

Nos dice el Evangelio de San Lucas que la fama del Hijo de Dios se extendía. Y eso ha de querer decir que algo muy bueno estaba haciendo. 

La posesión de personas por parte de demonios no es algo nuevo sino que es seguro que se ha ido produciendo a lo largo de la humanidad desde que los mismos quisieron ser hijos de Satanás. Y Jesucristo no podía soportar la situación de los que estaban poseídos.

Aquellos demonios reconocen al "Santo de Dios". Pero Cristo no quería, entonces, que se supiera quien era. Pero ellos sí lo sabían...


JESÚS,  gracias por ser bueno y misericordioso.

Eleuterio Fernández Guzmán

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