Lc 19, 45-48
"Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: 'Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones'.
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras."
COMENTARIO
Siempre que este texto del Evangelio de San Lucas sale a la palestra es posible que hay quien se pregunte cómo es posible que el Hijo de Dios se enfadara de aquella manera si era bueno....
Sin duda, y no puede caber ninguna a tal respecto, Jesucristo no es que fuera bueno sino que era el más bueno que haya pisado la Tierra nunca. Lo que pasa es que allí había en juego mucho más que una puntual muestra de enfado.
Cuando hace eso Jesucristo es porque debía hacer al ver que la Casa de Dios, el Templo, se había convertido en una cueva de ladrones. Y no debe extrañarnos nada que los ladrones y sus jefes quisieran matarlo...
JESÚS, gracias por dar muestras de saber qué es lo que debías hacer... ¡y hacerlo!
Eleuterio Fernández Guzmán
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