28 de diciembre de 2021

Santos Inocentes

Mt 2, 13-18


"Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: 'Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo'.

José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.

Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta:

'Desde Egipto llamé a mi hijo'.

Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:

'En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen'".

COMENTARIO

Ciertamente, todo este texto del Evangelio de San Marcos muestra hasta qué punto es posible ser mala persona. Y es que Herodes, viendo que a lo mejor su poder quedaría menguado por el nacimiento del “Rey de los judíos” no tiene otra idea mejor que matar a niños.

José hace bien, por otra parte, haciendo caso del aviso del Ángel del Señor que sabe lo que ha pasado por el corazón de Herodes y teme por la vida del Niño-Dios. Y por eso coge a María y a Jesús y se los lleva al exilio de Egipto.

Todo, sin embargo, se ha de cumplir a su tiempo pues cuando llegue el momento, y siguiendo las palabras del Ángel del Señor, José, María y Jesús volverán a Israel para que se cumpla todo lo escrito.


JESÚS, gracias por cumplir, palabra por palabra, con lo escrito.



Eleuterio Fernández Guzmán

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