29 de noviembre de 2020

Hay que velar

 

Mc 13, 33-37

 

33’ Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena  al portero que vele; 35 velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. 36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.37 Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!’”

  

COMENTARIO

 

No es la primera vez, ni la última, que el Hijo de Dios nos pone sobre la pista de algo que es tan importante que no deberíamos olvidar nunca. Y es que decirnos cómo debemos comportarnos, qué hacer para estar preparados cuando venga en su Parusía, no es poca cosa.

 

En realidad, como bien dice Jesucristo, no sabemos ni cuándo vendrá Él ni, sobre todo, cuando seremos llamados a presentarnos ante el Tribunal de Dios para ser juzgados en nuestro Juicio Particular.

 

Algo muy sencillo que debemos entender es que debemos estar y permanecer en vela para cuando llegue un momento o el otro. Y para eso debemos tener el alma y el corazón limpios para que nuestro Juicio sea lo más favorable a nuestros intereses espirituales.

 

 

 

JESÚS,  gracias, otra vez gracias, por darnos muchas pistas.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario