14 de junio de 2020

El Pan Vivo



Jn 6, 51-58

“’51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.’ 52 Discutían entre sí los judíos y decían: ‘¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?’ 53 Jesús les dijo: ‘En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí,  y yo en él. 57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. 58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.’”         


COMENTARIO

Seguramente, haber escuchado las palabras que hoy nos trae el Evangelio de San Juan de boca del Hijo de Dios tuvo mucha importancia. Sin embargo, como vemos aquí mismo, muchos no entendieron lo que decía y hoy día, siglos después, estamos seguramente algo más cerca de entenderlo.

Nosotros tenemos la Eucaristía que, como Acción de Gracias, nos sirve para hacer lo que Jesucristo dijo que hiciéramos en conmemoración suya. Por eso comprendemos mejor que nosotros, al comer de  tal Pan de Vida eterna, podemos alcanzar la vida que no muere ya nunca.

Hay algo, además, que corrobora lo que dice el Hijo de Dios: los antepasados del pueblo judío comieron el maná. Pero tal pan no salvaba para siempre como sí lo hace comer del Pan Vivo del que habla Jesucristo.

JESÚS, gracias por darte a comer a quien en Ti cree.


Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario