Lc
10,1-9
“1 Después de esto,
designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas
las ciudades y sitios a donde él había de ir.
2 Y les dijo: ‘La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al
Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; mirad que os envío como
corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no
saludéis a nadie en el camino. 5 En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz
a esta casa.’ 6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre
él; si no, se volverá a vosotros. 7 Permaneced en la misma casa, comiendo y
bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa
en casa. 8 En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; 9
curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca
de vosotros.’
COMENTARIO
El Hijo de Dios envía a
unos pocos de entre sus discípulos para que transmitan la Buena Noticia: el
Reino de Dios está cerca, tan cerca, que es Cristo mismo. Y ellos cumplen con
su misión. Y lo hacen sabiendo, acerca de qué deben hacer, que es importante
que tengan mucho cuidado porque hay lobos que querrán devorar a tales ovejas. Y
también deben saber que no en todos los lugares donde vayan serán bien
recibidos y que, donde lo sean, lo serán porque aman la Verdad y a Dios mismo.
Y ellos, allí, en tales lugares, curarán enfermos porque el poder de Dios
estará con ellos. Y es que quien acepte al Hijo, aceptará al Padre y será
salvado.
JESÚS,
gracias por haber
enviado a evangelizar a los tuyos.
Eleuterio Fernández
Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario