Jn
3, 13-17
13 Nadie ha
subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 14 Y como
Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo
del hombre, 15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna.16 Porque
tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en
él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su
Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
COMENTARIO
La conversación de
Jesucristo con Nicodemo refleja mucho: las ansias de Cristo de enseñar y las de
Nicodemo de aprender. Por eso el segundo pregunta acerca de lo que no entiende:
quiere saber, quiere amar al Maestro.
Lo importante de esto es
que el Hijo de Dios vincula la salvación eterna con algo. Es decir, no se salva
quien quiere salvarse y ya está sino que se ha de creer en el Enviado de Dios,
confesar que es su Mesías.
Pero, además, quien
creyera que el Mesías había venido, entonces, a juzgar al mundo, se equivocaba.
Él había venido a que el mundo se salvase creyendo en su persona. Sólo así es
posible salvarse.
JESÚS,
ayúdanos a creer
siempre en Ti.
Eleuterio Fernández
Guzmán
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