5 de octubre de 2016

Aprendiendo a orar a Dios Padre Todopoderoso

Miércoles XXVII del tiempo ordinario

Lc 11,1-4

Sucedió que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: ‘Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos’. Él les dijo: ‘Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación’”.

COMENTARIO

Aquellos que seguían a Jesús más de cerca, los Apóstoles, veían cómo el Maestro se retiraba muchas veces para orar. Allí, en aquella aparente soledad lo veían hablando con Dios de una forma muy profunda y querían aprender.

Jesús, que sabe que necesitan aprender lo más básico de la relación con el Padre, les va a enseñar. Podía haberles enseñado una oración muy difícil de comprender y que pudiera parecer muy importante de cara al mundo pero no hace eso. Y es que conoce que lo mejor es que comprendan desde lo sencillo pero profundo.

La oración que les enseña, el Padrenuestro, tiene relación directa con el Dios Todopoderoso que todo lo ha creado y mantiene. Lo que en ella se dice no es nada complicado sino que pedimos lo que es esencial y necesario para cada hijo de Dios.


JESÚS, ayúdanos a orar, enséñanos a orar.

Eleuterio Fernández Guzmán


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