20 de septiembre de 2016

Quién es quién


Martes XXV del tiempo ordinario
Lc 8,19-21

En aquel tiempo, se presentaron la madre y los hermanos de Jesús donde Él estaba, pero no podían llegar hasta Él a causa de la gente. Le anunciaron: ‘Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte’. Pero Él les respondió: ’Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen’”.

COMENTARIO

Ciertamente, Jesús había venido al mundo (como dice Él mismo muchas veces) a traer una doctrina que, en realidad, no era nueva, sino la misma que Dios había establecido para el hombre.

Algunos saben que lo que dice Cristo es muy importante. Por eso hay tantas personas que le buscan y, al encontrarlo, se quedan con Él. No era, pues, nada extraño que muchos estuvieran a su lado y que ni siquiera su Madre pudiera llegar a Él.

Pero el Hijo de Dios pone las cosas en su sitio. Y es que cuando le dicen que han venido a buscarlo no duda en establecer un principio clave: hay que cumplir la Palabra de Dios cuando se conoce y no hacer otra cosa.


JESÚS,  ayúdanos a cumplir la voluntad de tu Padre.



Eleuterio Fernández Guzmán

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