25 de agosto de 2016

Prepararse


 Jueves XXI del tiempo ordinario

Mt 24,42-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. Yo os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda’, y se pone a golpear a sus compañeros y come y bebe con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes’”.

COMENTARIO

Este texto del evangelio de San Mateo es una clara advertencia de parte de Cristo a cada uno de sus hermanos los hombres pero, sobre todo, para aquellos que se consideran sus discípulos.

Ciertamente, no sabemos cuándo vamos a ser llamados por Dios. Esto ha de querer decir, primero, que seremos llamados y, segundo, que ignoramos el momento exacto. Por eso hace falta prepararse.

Jesús nos dice que hay dos formas de actuar: hacerlo de forma negligente como si nunca fuéramos a ser llamados por Dios; hacerlo de forma adecuada preparándonos sabiendo que, en efecto, vamos a ser llamados.


JESÚS, ayúdanos a estar preparados cuando seamos llamados.


Eleuterio Fernández Guzmán

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