Jueves XXI del tiempo ordinario
Mt 24,42-51
“En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: ‘Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro
Señor. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba
a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por
eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis,
vendrá el Hijo del hombre. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien
el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo?
Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. Yo
os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si el mal siervo
aquel se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda’, y se pone a golpear a sus
compañeros y come y bebe con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo el
día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su
suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes’”.
COMENTARIO
Este texto del evangelio
de San Mateo es una clara advertencia de parte de Cristo a cada uno de sus
hermanos los hombres pero, sobre todo, para aquellos que se consideran sus
discípulos.
Ciertamente, no sabemos
cuándo vamos a ser llamados por Dios. Esto ha de querer decir, primero, que
seremos llamados y, segundo, que ignoramos el momento exacto. Por eso hace
falta prepararse.
Jesús nos dice que hay dos
formas de actuar: hacerlo de forma negligente como si nunca fuéramos a ser
llamados por Dios; hacerlo de forma adecuada preparándonos sabiendo que, en
efecto, vamos a ser llamados.
JESÚS,
ayúdanos a estar
preparados cuando seamos llamados.
Eleuterio Fernández Guzmán
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