Miércoles
XXI del tiempo ordinario
Mt 23,27-32
“En aquel tiempo, Jesús
dijo: ‘¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a
sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera
aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía
y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque
edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los
justos, y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros
padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!’. Con
lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a
los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!’”.
COMENTARIO
Jesús sabe que es crucial para el ser humano que su vida de fe sea como
tiene que ser. A Dios no se le puede engañar y, por eso mismo, hacer como si
eso fuera posible no es cosa recomendable.
El Hijo de Dios llama la atención a los que, teniendo que ser verdaderos
maestros son como no tienen que ser: falsean su manifestación con el prójimo
como si el Creador no conociera su corazón aunque es más que cierto que, como
Cristo sabe, el Todopoderoso lo conoce todo.
Jesús profetiza acerca de su propia vida. Profeta de Dios, sabe que su
final en la vida terrena estará a mano, precisamente, de aquellos cuyos padres
ya mataron a otros profetas. Conoce Jesús que aquellos que actúan como no deben
harán lo propio con respecto a Él mismo.
JESÚS, debes corregir a los que no son como tienen que ser
y mienten acerca de su fe. Ayúdanos a no ser como aquellos hipócritas.
Eleuterio Fernández Guzmán
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