Jueves II de Adviento
Mt 11, 11-15
“’En verdad os digo que no ha surgido
entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más
pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él. Desde los días de Juan el
Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos
lo arrebatan. Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan
profetizaron. Y, si queréis admitirlo, él es Elías, el que iba a venir. El que
tenga oídos, que oiga.’”
COMENTARIO
Jesús
tenía por su primo Juan, que le bautizó, un amor muy especial. No era, además,
una persona cualquiera por quien sintiera cercanía por ser familiar suyo sino
porque ocupaba un papel muy importante en el plan de Dios.
Juan
vino al mundo porque estaba puesto por Dios para ser quien introdujera a su
Hijo. Pero él, incluso aquella persona tan válida espiritualmente hablando era
poco, pequeño, en el definitivo Reino de Dios. Diciendo eso ya nos avisa el
Hijo del hombre de cuál ha de ser nuestro comportamiento.
El
Reino de dios está dominado por el Príncipe de este mundo, llamado también
Satanás, que controla los corazones de no pocos fieles, se supone, a Dios. Pero
Juan vino porque los caminos hacia Dios tenían que ser enderezados. Y muchos no
le escucharon.
JESÚS, lo que nos
dices acerca de Juan, quien te bautizó en el Jordán, nos debería hacer pensar
lo importante que es la fidelidad a Dios. Ayúdanos no caer en las trampas del
mundo.
Eleuterio
Fernández Guzmán
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