9 de agosto de 2024

Estar preparados

Mt 25, 1-13


"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: 'El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: '¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!'. Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: 'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando'. Las previsoras les contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo'. Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos'. Pero él les respondió: 'Yo les aseguro que no las conozco'. Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora'."

COMENTARIO

Hay que estar preparados, hay que estar preparados. Esto mismo y algo parecido dice muchas veces, a lo largo de su predicación, el Hijo de Dios. Y es que había sido enviado al mundo precisamente para eso: para que el mundo se salvase

El estado espiritual de preparación ha de ser como tener el alma limpia y procurar, por tanto, que no haya mancha alguna. Y eso es lo que nos pide Jesucristo.

En realidad, nos plantea la situación de las jóvenes que iban a casarse. Algunas de ellas no habían tenido mucha prudencia y no se habían preparado para la ocasión. Y eso es lo que nos podría pasar a nosotros...

JESÚS,  gracias por darnos tantas pistas para que nos salvemos. 

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