Mc 6, 53-56
“53
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron.
54
Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 55 recorrieron toda aquella
región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él
estaba. 56 Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban
a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su
manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.”
COMENTARIO
Este texto del Evangelio de San Marcos nos muestra la concepción que el pueblo judío tenía de la enfermedad. Así, consideraban salvados a los que había sido curados porque tenía al enfermo, también, por un pecador.
Muchos sabían que aquel Maestro no era como otros de los muchos que había en Israel. Y es que le reconocían una autoridad superior a los demás. Por eso le llevaban a los enfermos, para que curaran.
Allí
donde iba Jesús mucho sabían que podían acudir a Él. Tenían confianza y fe en
aquel hombre que era más que un hombre. Y, como en toras ocasiones, la fe les
había curado y, a la vez, salvado.
JESÚS, ayúdanos a tener fe en ti siempre, siempre, siempre.
Eleuterio Fernández Guzmán
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