7 de noviembre de 2023

Lo que de verdad nos debe importar

Lc 14, 5-24


"Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Uno de los invitados le dijo: '¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!'

Jesús le respondió: 'Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: 'Vengan, todo está preparado'. Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: 'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes'. El segundo dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes'. Y un tercero respondió: 'Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir'.

A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y éste, irritado, le dijo: 'Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos'.

Volvió el sirviente y dijo: 'Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar'.
El señor le respondió: 'Ve a los caminos y a lo largo de los cercados, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena'."

COMENTARIO 

Como suele ser habitual, el Hijo de Dios habla de forma que, aunque parezca que no tiene nada que ver con sus discípulos es, justamente, todo lo contrario. Y es que, como en el caso que traemos del Evangelio de San Lucas, no es poco importante lo que nos quiere decir con eso de aquel señor que invitó a muchos y muchos no quisieron acudir.

Dice aquel señor que invitaba que ninguno de los que había sido invitado al banquete iba a probar su cena. Y eso, a nuestro entender, ha de querer decir que si somos llamados al Reino de Dios y miramos para otro lado (como aquellos que tenían otras muchas cosas que hacer antes de acudir al banquete de quien los había invitado) es seguro que no vamos a probar la cena del definitivo Reino de Dios o, lo que es lo mismo, la vida eterna se alejará de nosotros. 


JESÚS, gracias por ponernos sobre la mesa lo que, de verdad, debe interesarnos. 

Eleuterio Fernández Guzmán

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