Lc
2, 21-24
“21 Cuando se cumplieron los ocho días para
circundidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de
ser concebido en el seno. 22 Cuando se cumplieron los días de la purificación
de ellos,según la Ley de Moisés,
llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor 23 como está escrito en
la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor 24 y para
ofrecerle en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se
dice en la Ley del Señor.”
COMENTARIO
Por si no era ya
suficiente con ver que la Sagrada Familia cumplía la Ley al haber acudido,
antes del nacimiento del Hijo de Dios, a Belén para inscribirse en el censo
ordenado hacer, ahora los vemos haciendo lo propio, no ya con la ley del
hombre, sino con la de Dios. Y acuden a circundidar al recién nacido y, luego,
a presentar al Niño a Dios. Y es que todo primer hijo debía ser presentado al
Todopoderoso y, digamos, para rescatarlo, entregar determinadas ofrendas con la
cuales se hacía tal cosa. Y, para que veamos que la Sagrada Familia no era una
que lo fuera potentada o poderosa, hace entrega de los más humilde de entre los
ofrecimientos en sacrificio. Y es que Dios que, en su bondad, quiso que las
cosas sucedieran como sucedieron, así lo quería.
JESÚS,
fuiste presentado a
tu Padre del Cielo y allí se quedó tu corazón.
Eleuterio Fernández
Guzmán
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