Día 18
1. Oración inicial
Oh Corazón de Cristo, que eres Sagrado y sostienes aquello que
tenemos por bueno y mejor para nuestra fe; que soportas todo lo que de
profanación pueda haber en determinados comportamientos humanos; ayúdanos a
evitar, en tanto que podamos, aquellas formas de manifestación en contra de tu
divinidad. Amén.
2. Cita
“El Sagrado
Corazón de Jesús nos evoca el amor de Jesús por los hombres, no el amor en general, sino el amor de Dios
que se ha hecho carne. El corazón hace mover todo permaneciendo escondido y
humilde. Aquella lanzada consumativa vino a ser como la razón legal de una
autopsia misteriosa para explicar el misterio de la vida y de la muerte de
Cristo. De su costado manó sangre y agua, signos referentes del Bautismo y de
la Eucaristía, amor hasta el extremos por todos los hombres, pensamientos del
Corazón de Dios. Los pensamientos de Dios no son ideas abstractas e
inconsistentes como los nuestros”. Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela – Homilía
en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, 3/6/2005.
3. Reflexión
A pesar de que Cristo se entregó por todos sus
hermanos y haberlo hecho todo bien no han dejado de aparecer hermanos suyos
(todos somos hijos de Dios) que no han dejado de tener poco en cuenta que lo
sagrado, aquellas realidades que el Emmanuel vino a fundamentar y arraigar en
el hombre desde las entrañas de misericordia de Dios, no se pueden tener por no
puestas sino que, al contrario, han de ser muy tenidas en cuenta por lo que
suponen para cada uno de nosotros.
Se producen, por eso mismo, actos sacrílegos y,
en general, sacrilegios, contra todo aquello que es sagrado y santo porque no
hay conciencia real y total de lo que supone para el ser humano que sea,
precisamente, sagrado y santo.
4. Nos proponemos hoy
-Propongámonos no mantener una posición tibia
cuando contemplemos sacrilegios contra lo sagrado de nuestra fe católica.
-Propongámonos pedir a Dios que aquellos que
actúan contra lo que consideramos santo cambien su corazón y se conviertan.
5. Oración final
¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús!, renuncio de una
manera particular a los placeres del sentido para gozar del dulcísimo placer de
amar tu infinita bondad.
6. Jaculatoria para hoy
Sagrado
Corazón de Jesús, sed conocido, sed amado, sed imitado.
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