5 de marzo de 2018

Ejemplos que hacen daño

Lc 4, 24-30

“24 Y añadió: ‘En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.’ 25 ‘Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. = 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y
ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.’ 28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; 29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. 30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.”


COMENTARIO

No podemos negar que el Hijo de Dios sabía muy bien lo que debía decir en cada momento. Otra cosa es que lo que dijera fuese políticamente correcto. Él, sin embargo, no se arredraba ante las persecuciones y las amenazas.

Los ejemplos que pone sobre la misericordia de Dios no gustan a muchos. Y es que decir que hubo un tiempo en el que el pueblo elegido por Dios no fue beneficiado por su Creador sino unos extranjeros… eso era demasiado para algunos.

Querían matarlo. Eso tampoco era extraño porque decía cosas que los poderosos no querían escuchar. Sin embargo, aún no había llegado el momento en el que Jesucristo iba a dar su vida en rescate por muchos.

JESÚS,  ayúdanos a no dudar nunca de Ti.

Eleuterio Fernández Guzmán

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