Miércoles
III de Cuaresma
Mt 5,17-19
COMENTARIO
En tiempos de Jesús había
muchos de los miembros del pueblo judío
que esperaban un determinado tipo de Mesías. Querían que fuera guerrero y que,
por decirlo pronto, venciera al invasor romano. Pero Jesús sabía que la cosa no
iba por ahí.
La misión que tenía
encomendada Jesús era que el ser humano, semejanza de Dios, se salvase. Y es
que había caminado por sendas no rectas y era el momento preciso para que la Ley
de Dios se cumpliese.
Lo que Jesús dice es que
la Ley del Todopoderoso ha de cumplirse. Es más, Él no ha venido a derogarla
sino, precisamente, a que se cumpla. Y es que se había tergiversado mucho el
sentido de la misma. Por eso pone en tela de juicio a los que no la enseñen
sino que la confundan.
JESÚS,
ayúdanos a cumplir la Ley de Dios.
Eleuterio Fernández Guzmán
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