Martes
XXXII del tiempo ordinario
Lc 17,7-10
“En aquel tiempo, el Señor dijo: ‘¿Quién de vosotros tiene un
siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al
momento y ponte a la mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar,
y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y
beberás tú?’. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue
mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue
mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’’”.
COMENTARIO
No
es nada extraño que en su tiempo Jesús se diera de bruces con personas que
creían, al respecto de su fe, todo lo tenían bien encarrilado. No les cabía,
por eso mismo, duda alguna acerca de su bondad, de su presunta bondad.
Jesús,
sin embargo, los conoce perfectamente. Sabe que sus corazones muchas veces no
acuerdan con la voluntad de Dios y que andan errados por el mundo equivocándose
en muchas cosas.
Jesús
también sabe que, como hijos de Dios, debemos comprender y conocer cuál es
nuestra verdadera situación al respecto del Creador. Y es que todo se resume en
esto: todo lo que hacemos lo debemos hacer porque Dios quiere que lo hagamos.
Incluso entonces, sobre todo entonces, debemos ser conscientes que sólo hacemos
lo que debemos hacer.
JESÚS, ayúdanos a cumplir
con la santa Voluntad del Padre.
Eleuterio
Fernández Guzmán
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