26 de julio de 2014

Ser trigo o cizaña



Sábado XVI del tiempo ordinario








Mt 13,24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra parábola, diciendo: 'El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero’'”.


COMENTARIO

Según Cristo, y lo que dice es la Verdad, Dios siembra en nuestros corazones la buena semilla porque quiere que siempre estemos junto a Él. Quiere lo mejor de nosotros y nos ama porque es nuestro Padre.

Algunos, que ven cómo la cizaña se ceba con los hijos de Dios pregunta al Padre cómo pudo suceder eso pues el Todopoderoso siembra siempre con sabiduría y no pierde nada de su santa simiente.

El Creador, sin embargo, siempre hace su voluntad. Al final de los tiempos, cuando vuelva Cristo en su Parusía, los buenos, el buen trigo salido de la buena simiente, será enviado a la vida eterna, al Cielo y la cizaña será enviada al fuego eterno, al Infierno. Y esto es una verdad de fe.


JESÚS, los que te siguen son libres para escoger entre lo bueno y lo malo, entre ser trigo como fruto bueno de la buena simiente de Dios o ser cizaña, perjudicando el Reino del Padre. Ayúdanos a ser buena simiente para dar buen fruto.




Eleuterio Fernández Guzmán


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