27 de junio de 2014

Construir nuestra vida


  


 Jueves XII del tiempo ordinario


Mt 7,21-29


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’. 

‘Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina’”.

COMENTARIO

Sabe Jesús que, en muchas ocasiones, nos conformamos con hacer como que tenemos fe. Por eso nos avisa acerca de que no es suficiente hacer eso sino, en efecto, cumplir con la voluntad del Padre. Y es que, además, actuar así supone actuar contra el propio Creador que quiere otra cosa de nosotros.

Muchos, sin embargo, creen que actúan correctamente sin darse cuenta que una cosa es hacer algo en nombre de Dios y otra, muy distinta, luego, mirar para otro lado. Sin unidad de vida espiritual no hay verdadero cumplimiento de la voluntad del Padre.

Jesús sabe que, para construir una vida espiritual (y material, entonces) de acorde a lo que Dios quiere de la misma, hay que hacerlo sobre Él, Enviado de Dios y Mesías. Sólo así haremos lo que corresponde a quien se dice hermano del Hijo y, al fin y al cabo, no nos engañaremos a nosotros mismos.


JESÚS, nos conoces bien y sabes que muchas veces decimos una cosa pero hacemos otra muy distinta. Ayúdanos a ser fieles a nuestra obligación de hijos de Dios.



Eleuterio Fernández Guzmán


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