Lunes XVI del tiempo ordinario
Mt 12,38-42
“En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas
y fariseos: ‘Maestro, queremos ver una señal hecha por ti’. Mas Él les
respondió: ‘¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará
otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás
estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo
del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los
ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán;
porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más
que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación
y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la
sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón’”.
COMENTARIO
A quien se empeña en negar determinada realidad no
resulta fácil convencerle de lo contrario. Algo así les pasaba a los que
perseguían a Jesús para hacerle caer en alguna trampa que les sirviera para
acusarlo ante las autoridades.
Jesús sabe, sin embargo, la verdad porque Él es la
Verdad. No ignora, por lo tanto, que algún día habrá un juicio en el que se
juzgará a cada uno de nosotros e, incluso, a cada pueblo. Por eso les previene que al tercer día
resucitará.
Cada cual ha de responder por aquello que hace o
dice. Por eso en el juicio que a cada uno se nos someterá se tendrá en cuanto
nuestra forma de ser aquí mismo, ahora mismo. E incluso los que nosotros
podemos considerar contrarios a la voluntad de Dios, de haberse convertido, serán
nuestros acusadores.
JESÚS, quieres
para cada uno de nosotros el bien y no buscas más que nuestro verdadero interés.
Por eso aconsejas tener fe y convertirse. Sin embargo, en demasiadas ocasiones
mostramos no tener fe y no convertirnos de ninguna de las maneras.
Eleuterio Fernández Guzmán
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