Jn 13, 31-33a.34-35
“31 Cuando salió, dice
Jesús: ‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido glorificado en él, Dios
también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.’ 33 ‘Hijos míos, ya
poco tiempo voy a estar con vosotros. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os
améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también
vosotros los unos a los otros. 35 En
esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los
otros.’”
COMENTARIO
Sabemos que Dios, a Moisés, le entregó los Diez Mandamientos. Y los mismos rigieron (es un decir y un suponer) la vida del pueblo elegido por el Todopoderoso a lo largo de los siglos. Pero el Hijo de Dios sabía que había que decir las cosas de forma sencilla… para que se entendiese lo que significaban aquellos Mandamientos. Y es que había quien no acababa de entender que el Todopoderoso quería algo sencillo pero, a veces, tan difícil de llevar a cabo. Y todo se resume en una palabra: amor. Amor desde el Padre hacia los hijos y amor entre los hijos porque es lo que Dios quiere de su semejanza. Y es lo que enseña Su Hijo cuando da un “Mandamiento nuevo”. Y lo da así, nuevo, porque, al parecer, no se había acabado de entender que era el amor, la caridad, lo que iba a prevalecer por toda la eternidad. Todo lo demás iba a dejar de ser algo para ser algo y dejar paso, sólo, a eso, al amor.
JESÚS, gracias por el Amor; gracias por amarnos.
Eleuterio Fernández Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario