Día 8
1. Oración inicial
Oh Cruz santa con la cual el Hijo de Dios y su Sagrado Corazón nos permitió
entrar en el definitivo Reino del Creador para gozo de nuestro espíritu y
confirmación de nuestra esperanza; con la cual Jesucristo hizo posible que el
infierno quedará alejado de un futuro nigérrimo; prometemos tenerte siempre
presente en nuestro ordinario vivir y en cada uno de nuestros pensamientos. Amén.
2. Cita
“Jesús me ama con todas sus
capacidades. No puedo imaginar potencia, ni acto, ni palabra, ni latido del
corazón de Jesús, que se mueva fuera de este amor; y esto siempre. Hace 20
siglos, hace diez y siete millones, trescientas veinte mil horas, que un hombre
me está amando sin remisión, en cuanto a la intensidad, sin interrupción en
cuanto al tiempo, sin dejación en cuanto a las facultades; sin riesgos de
cansancio, sin ser influido por mi respuesta. Cristo es ”el que nos ama”, según
revelación propia en el Apocalipsis, escrito bajo el Espíritu, por San Juan,
uno de los pocos hombres que han comprendido, en lo concedido aquí abajo, ese
amor. Por quien supo, desde pronto, que él era amado por Jesús”. P. José
Rivera Ramírez – “Jesucristo”
3. Reflexión
Nuestra fe católica, nuestro amor al Sagrado
Corazón de Jesús y a su bondad sin límite, nos dice que no es imposible llegar
al Cielo y evitar el Infierno. Tenemos por bueno lo primero y por lo peor lo
segundo. Y es que gozar de la bienaventuranza y tener la visión beatífica es lo
que el ser humano, desde que conoce al Creador, ha querido siempre alcanzar. Y
para eso no basta con querer, como acto simple de la voluntad, sino que hay
que, efectivamente, tener a Cristo por ejemplo y a la Cruz, la suya, la que
permitió la salvación de la humanidad, como llave que nos permita acceder a las
praderas del definitivo Reino de Dios.
Pero podemos hacer algo más que servirá de
manifestación de que nos consideramos hijos de Dios y hermanos de Jesucristo:
llevemos la cruz sobre nuestro pecho y, también, tengámosla en la cabecera de
nuestro lecho, allí donde encontramos la protección de Cristo mientras pasamos
de la noche al día.
4. Nos proponemos hoy
-Propongámonos hacer que nuestro corazón estime
como lo mejor llegar al Cielo y evitar, de forma absoluta, el fuego abrasador
del Infierno eterno.
-Propongámonos tener a la Cruz de Cristo como la
llave para entrar en lo bueno y mejor de las praderas del definitivo Reino de
Dios donde nos espera el Padre.
5. Oración final
¡Oh Sagrado Corazón de Jesús!: que nuestro amor a
tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la
ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o
rechazan.
6. Jaculatoria para hoy
Sacratísimo Corazón de Jesús
ten piedad de nosotros.
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