Día 4
1 .Oración inicial
Oh Cruz
que fuiste instrumento con el que vencer las asechanzas del Maligno que
esperaba vencer, en su muerte, al Hijo de Dios; sé, para nosotros, cauce de
lucha, aquello con lo que hermanarnos en la tribulación y la noche oscura con
Quien supo vencer al Mal con el Bien. Amén.
2. Cita
"Ni tan siquiera Dios, porque
Dios está irritado por el pecado. ¿Y
cómo sabremos, sin Cristo, lo que
podemos esperar de Dios? Solo es cierto el amor de Cristo...Solo es incontestable aquello que se manifestó en la Cruz... Lo que anunciamos
a menudo tan torpemente, es por tanto la verdad: el
Corazón de Jesucristo es el comienzo y el fin de todo". Romano Guardini – “El Señor”.
3. Reflexión
Con
naturalidad admitimos los creyentes en Dios Nuestro Señor, en su Hijo
Jesucristo y en el Espíritu Santo que debemos enfrentarnos, en franca lucha
interior, contra las asechanzas del Mal. Sabemos, además, que eso es lo que
debemos esperar porque si el Maestro fue perseguido no otra cosa ha de acaecernos.
Sin
embargo tenemos por bueno y mejor que la Cruz también nos es de utilidad
espiritual. Lo es porque, por ejemplo, nos ha sido donada por Dios para que, a
modo de espada, venzamos al Enemigo y a sus discípulos. Y, aunque espada
incruenta (“Quien a hierro mata, a hierro
muere”, dijo Cristo a Pedro en Gethsemaní) cumple una finalidad santa
proporcionándonos su espíritu, que es el del Mesías, para que con Él salgamos
vencedores de una batalla crucial para nuestra vida eterna. Y es que, como muy
dijo el Emmanuel, sin Él nada podemos hacer; con Él, todo lo mejor es posible y
todo lo bueno está al alcance de nuestro corazón.
4. Nos proponemos hoy
-Propongámonos
hacer uso intensivo de la Cruz como instrumento ofrecido por Dios a través de
Cristo para no amilanarnos ante lo que nos pueda venir de parte del Mal.
-Propongámonos
mostrar espiritual y frontal oposición a todo avance del mundo y sus
mundanidades en nuestro corazón. Y hagamos, de la Cruz, un escudo de corazón.
5. Oración final
Sagrado
Corazón de Jesús, reina en nuestros corazones por el amor que alimentaremos
recibiendo con frecuencia la Sagrada Eucaristía.
6. Jaculatoria para hoy
Corazón de Jesús, convertid a los pobres blasfemos.
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